marzo 22, 2012

Ética de los community manager

Hoy en Medellín, se realizó un evento que, a mi juicio, estaba en mora de hacerse y que generó más dudas que respuestas, lo cual me parece muy interesante.

El Foro “Ética en los community manager” organizado por la universidad Eafit, surgió gracias al polémico tweet de una marca de cerveza y la posterior discusión que generó en las redes sociales este suceso.

El evento inició tratando de identificar los tipos de perfiles que encontramos en Twitter, entre los que están quienes comparten gran parte de sus actividades diarias, quienes comparten información (y poco interactúan) y quienes se convierten en puntos de referencia por sus aportes.

Por momentos pensé que esto desviaría la temática, pues una cosa es un perfil personal y otra muy diferente el perfil de una marca y quien la maneja, que era por supuesto, el tema en cuestión. Pero esto sirvió para que con el desarrollo de la jornada, se empezara a hacer un acercamiento al asunto que allí nos reunió.

Luego, la discusión pasó al quehacer del CM, las estrategias planteadas, las necesidades de la empresa, etc. Y a la ética todavía le faltaba para aparecer.

Así se continuó la discusión, por momentos se abordó el concepto de ética, se citó a Adela Cortina y hasta se planteó la elaboración de un manual.

En lo personal, creo que el tema del manual va más allá, pues como lo expresé en mi intervención, crear un manual para community managers, que manejan marcas con personalidades tan variables, es como escribir un manual de comportamiento personal para entregarle a cada una de las mujeres con las que uno salga.

Considero que es más importante generar encuentros de discusión donde se aborden temas como la creación de fakes para apoyar una cuenta, la creación de estrategias con fines “sociales” para aumentar el número de usuarios en una comunidad o el pago a usuarios para hablar de una marca. Creería que esto es más importante a la hora de hablar de ética en una profesión, que hablar del papel de la misma para una organización.

Finalmente exalto el ejercicio hecho con este foro. La labor del community manager está injustamente satanizada por la mala gestión en la que han caído algunos y han empañado la buena labor que han hecho otros, que como es costumbre, difícilmente se ha reconocido, pues en las redes sociales se caza el error, pero poco se elogia el buen trabajo.

Ah y sobre la discusión de la relación entre el perfil personal y el de la marca que administre un CM, es importante recordar que todos tenemos derecho a una vida privada, incluso en una red pública.

marzo 19, 2012

Comepollo

Mucho he hablado en Twitter sobre los comepollo. O mejor, el movimiento comepollo. Y aunque son varias las personas que ya se sienten parte de esta selecta categoría del colombianismo, todavía hay quiénes se preguntan de qué se trata esta pintoresca clasificación.

Es por eso quiero dar una pequeña explicación sobre lo que significa ser un comepollo y hacer parte de este movimiento.

Un comepollo es el prototipo del típico colombiano. Es aquel que para cualquier evento siempre piensa en comer "pollito" (Aquí la palabra “pollito” se dice frotándose las palmas de las manos y saboreándose).

Por ejemplo:

“Es el día de la madre, ¿Qué le llevamos a la cucha?” – Pollito. *Se frota las manos y se saborea*

“Vamos, pa´ fútbol, ¿Qué comemos? – Pollito. *Se frota las manos y se saborea*

“Ey, llevemos pollito pa´l paseo”. Obvio, *Se frota las manos y se saborea*

“Para el shower, lo mejor es comprar tres pollos asados, eso lo gusta a todo el mundo y no sale caro”. Se frota las manos y se saborea*

Este tipo de personajes tiene varias características que, en adelante, seguro podrá identificar fácilmente cuando esté por ahí en la calle; además es innegable que todos tenemos un par de genes que nos dan esta preciada distinción tan característica del país del sagrado corazón… y del pollo.

Algunas de estas particularidades son:

El comepollo no escucha canciones, escucha “discos" o "temas".

El comepollo no se lava los dientes con cualquier crema dental, lo hace con Kolynos o Colgate. No existen otras marcas para él.

El comepollo siempre se las tira de vivo.

Para el caso de Medellín, puede leer cualquier periódico, pero siempre dice "El Colombiano".

Cuando va a playa, lo puede identificar por el tarrito colgado para guardar la plata y por las gruesas líneas de bloqueador solar que tiene debajo de los ojos.

Por supuesto, en la playa está “ruñendo” hueso, sentado en un tronquito y con una goterita de agua colgando en la punta de la nariz.

Si le tiene nombre al carro, es comepollo.

Seguramente tiene el cuarto con afiches pegados en todas las paredes.

Usa escapulario. Si es en el tobillo, mejor.

Usa camisa con botones que no cierra de la mitad del pecho hacia arriba.

Normalmente es bastante escandaloso y le gusta ser el centro de atención.

El comepollo no se baña los domingos.

Es capaz de entrar a cine con su respectivo pollo.

Un buen comepollo comparte su manjar con desconocidos en el estadio.

Sea en pasteles, sánduches, asado, apanado, sudado, como acompañante de cualquier plato principal, etc., el pollo siempre estará presente en su pirámide alimenticia.

En la sala del comepollo, siempre estará el televisor.

Algunas representantes del movimiento comepollo, tienen la habilidad para comer y maquillarse en el transporte público.

Y así hay miles de ejemplos. Eso sí, todos tenemos algo de comepollo, puede que en mayor o menor medida, pero todos llevamos un comepollo en nuestro corazón.

Si tiene alguna otra característica que identifica al comepollo, por favor no se abstenga de comentarla.