julio 06, 2011

Mi experiencia en la convención de ñoños

Por mucho tiempo repetí que nunca pisaría la “arena”, que esa vaina no me llamaba la atención y desde un principio lo bauticé como el congreso de ñoños.

Pero como uno no puede hablar muy duro porque la lengua castiga, este año llegué por primera vez al Campus Party Colombia. Me animé simplemente porque viendo su programación, encontré un par de conferencias que me interesaban y decidí consultar un poco más sobre el evento, teniendo una cosa clara: pagar por ir a dormir en una carpa bajo techo y estar más de 20 horas frente a un computador no pensaba hacerlo.

Sea este el momento para agradecer a las personas que me ayudaron con la entrada al evento, el permiso en la oficina, la estadía en la capital y el transporte para llegar hasta acá: Gracias.

Luego de varias horas de viaje llegamos al lugar indicado, Corferias, el principal espacio de eventos y convenciones en el país. Mi primer asombro fue darme cuenta que desde antes de las 8am, había gente haciendo fila con maletas, computadores y demás, teniendo en cuenta que las puertas se abrían después de medio día, según tengo entendido.

En fin, una vez pasado el proceso de acreditación y registro del computador (si no se lleva al menos uno, no se hace nada) procedimos a buscar el lugar para dejar las cosas y acomodarnos… Sí, carpas bajo techo, un gran pabellón con hijitos, carpitas por doquier. Aclaro que sólo dormí allí el primer día por efectos logísticos.

¿Qué vi en lo que ahora llamo la convención de ñoños?*

Un mundo realmente diferente, puede sonar exagerado pero cuando uno ve gente que trae 3 televisores de 32 pulgadas cada uno, simplemente para jugar carritos, eso sorprende.

O los que se visten con pijamas que parecen un disfraz de dinosaurio… con cola y todo.

El plan de todos es sentarse en una mesa a jugar, programar, diseñar, etc. Uno que otro iba a las conferencias, yo por ejemplo. Y para ser sincero, tampoco me parecieron descrestantes y no porque sea exigente, sino porque de verdad el nivel fue básico. No fueron más allá de una explicación anecdótica.

¿Y para la diversión? Carreras de encostalados (reemplazados por sleepings); juegos de karaoke con animador incluido; eventos esporádicos con nombres como la “amigatón” para conocerse entre si y decir “ahora no eres un seguidor más, eres un amigo que llevo en el corazón”; la famosa ola, hecha de una esquina a otra del pabellón; bailes tipo coreografía, basados en juegos de video y hasta torneos del popular juego tetris que iniciaban a la 1 de la mañana y duraban hasta las 6.

Los computadores modificados fueron otra cosa que me impactó, modificaciones en las que hacen que una CPU necesite líquido refrigerante de carro, o que adapten todo un equipo a un sanitario, si, un computador que no tiene torre, tiene sanitario, incluso hasta un compudator con pecera incluida, obvio con pececitos a bordo.

Mejor dicho, para hacer parte de ese evento decidí unirme un poco a la dinámica y transmitir en vivo por Internet un poco de lo que vi.

http://qik.com/video/41567427


Debo aclarar que el término ñoño lo uso con cariño y para nada despectivo, por el contrario lo uso para evitar la palabra nerd que me parece realmente fea o la palabra geek que me parece muy “pinchada”.

Y por supuesto, aclaro que respeto mucho a los amantes de este tipo de cosas, pues si bien esto puede ser un poco extraño para mí, para ellos es normal. De la misma forma como para mí es normal la gente que va a eventos como Rock al Parque y que muchos los ven como si tuvieran cuatro ojos.

La importancia de ser diferentes.


* Decidí cambiar el nombre de congreso a convención pues el evento tiene más cara de encuentro que de actividad académica.